Uno pensaba que el proyecto Psychonaut 2002 estaba ya tan muerto como el museo citado en la anterior entrada, pero esta iniciativa de la Unión Europea sigue funcionando, algo que no es de extrañar ante la avalancha de drogas sintéticas que llevan llegando en oleadas sucesivas de una década a esta parte. La web merece una visita, no tanto por la información que puede proporcionar al interesado en estos temas (es imposible competir con Bluelight, Erowid y otros exponentes de la mente-colmena), sino para ver por dónde van los tiros en cuanto a la posible fiscalización de estas sustancias en nuestro continente. Sería deseable que los trabajos y publicaciones de este grupo, pagados con nuestros impuestos, fueran accesibles a todo el mundo, pero se impone la restricción habitual en el ámbito científico y, quitando alguna excepción puntual (como este artículo sobre cannabinoides sintéticos) sólo se puede acceder a los resúmenes.
http://194.83.136.209/project2002.php/
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